sábado, 28 de abril de 2012

32-PERSONALIDAD DE LOS TORTURADORES


PORQUÉ DEBEMOS RECONOCER EL ABUSO ANIMAL COMO UNA FORMA DE VIOLENCIA CONTRA HUMANOS?
Abusar de animales expone el propósito deliberado de golpear más que la pérdida de control
Abusar de animales y lastimar niños está íntimamente relacionado
Abusar de animales es violencia e indica cómo la violencia está interconectada
Amenazando, hiriendo o matando animales puede indicar un potencial aumentado para la violencia.
Identificando abusadores de animales puede ayudar a identificar otras víctimas de violencia dentro de la familia

 
SOCIEDAD HUMANITARIA DE LOS ESTADOS UNIDOS:
Casi un cuarto de todos los casos de crueldad animal intencional también involucran alguna forma de violencia familiar.
21% de los casos de
crueldad animal intencional también involucra alguna forma de violencia familiar.
13% involucra violencia doméstica. En estos casos, el perpetrador abusa de su pareja y
obliga a la víctima a observar la crueldad hacia los animales.
7% involucra abuso a niños. En estos casos, el perpetrador
abusa del niño y obliga a la víctima a observar la crueldad animal.
1% involucra abuso a mayores. En estos casos, el perpetrador abusa de la víctima mayor y
la obliga a observar la crueldad animal.
Animales de compañía son los blancos más comunes de crueldad animal, con datos de crueldad hacia los perros (76% de todos los casos de animales de compañía).

Más de 57% de los casos analizados fueron caracterizados como abuso intencional o tortura, 31% involucraba negligencia extrema incluyendo hambruna y falta de cuidados, y 12% comprendían tanto negligencia como abuso.
En casos de crueldad animal intencional,
las ofensas más comunes incluyen balear, pegar, patear, acuchillar, tirar, quemar, ahogar, colgar, envenenar, abusar sexualmente y/o mutilar a los animales.


SITUACIÓN EN LA ARGENTINA

 Existen muchos casos de negligencia, personas que entran con la mascota ya en pésimo estado y te comentan que aparición así por la mañana. Muchos dueños  no le brindan la atención y los cuidados necesarios. Eso, para mí, es un tipo de violencia. Ante casos así, trato de hablarle, en forma muy sutil al dueño.”    
La recolección de pruebas se puede realizar sobre el animal, por testimonio de vecinos o de algún familiar. Existen dos leyes penales, de vigencia nacional, es decir, valen para todo el país la ley de crueldad a los animales y la de maltrato animal. En pocas palabras, la “crueldad” hace referencia al castigo físico intencional, mientras que el “maltrato” lo hace a la negligencia y al incumplimiento de las necesidades básicas de los animales. Basándose en evidencias, se puede hacer una denuncia ante un juez penal que corresponda a la zona. Sociedades protectoras de animales que tengan reconocimiento legal, pueden llegar a colaborar con el juzgado. El desenlace de los casos, puede culminar en la pérdida de patrimonio de los animales por parte de la persona acusada. Dependiendo de la resolución del juzgado, la protectora de animales se puede hacer cargo del animal en cuestión temporariamente hasta ubicarlo en un hogar que le pueda satisfacer todas sus necesidades.
Existe un proyecto de ley, desde 1995, para modificar la ley de protección al animal (ley 14.346), que tiene sus orígenes en la época de Sarmiento. Lamentablemente aún no ha sido aprobado por el Senado.




LA CRUELDAD, PUEDE DEFINIRSE como una respuesta emocional de indiferencia o la obtención de placer en el sufrimiento y dolor de otros o la acción que innecesariamente causa tal sufrimiento o dolor, ha sido considerada  como un signo de disturbio psicológico.






LA CRUELDAD DE LOS NIÑOS HACIA OTRAS PERSONAS es un signo  relacionado a desórdenes antisociales y de conducta.   La crueldad hacia los animales esta  incluida a la lista de criterios diagnósticos para Desórdenes de Conducta (American Psychiatric Association, 1987) en niños y adolescentes. La crueldad hacia los animales se define como un comportamiento socialmente inaceptable que intencionalmente causa dolor innecesario, sufrimiento.





ESTRUCTURACIÓN DEL PSIQUISMO   El aparato psíquico se estructura a partir de experiencias en el vínculo primario (madre-hijo).  son las  primeras experiencias de satisfacción.  Si fallan esas decodificaciones, el sujeto infantil estructura su organización psíquica a partir de frustraciones tempranas.   Esto promueve que las primeras experiencias de satisfacción queden grabadas y se estructuren como un código emocional de la psiquis del niño. Este código depende de la calidad de aquellas primeras experiencias. 



¿CÓMO SE ORGANIZA LA PATOLOGÍA SADOMASOQUISTA?
Frente a una inadecuada satisfacción de las demandas primarias, se generan en el  niño altos niveles de frustración y el mundo emocional se constituye con un alto constante de agresión (la insatisfacción produce odio y violencia). La insatisfacción genera sujetos altamente voraces, demandantes, con un mundo afectivo dónde la dinámica afectiva está marcada por la invasión de sentimientos de odio.
 Estas fallas primarias preanuncian un sujeto muy anclado en pocas experiencias de satisfacción y organizan un psiquismo donde el no placer (la frustración) es la vía de intercambio con el otro.

Es un período clave en la vida del individuo; el control esfinteriano marca el ingreso a la cultura humana. En esta etapa se refuerzan las vías de insatisfacción organizadas en los primeros tiempos de vida, porque el objeto materno que no supo ser un buen decodificador no sabrá ser un buen portador cultural de la prohibición.

El objeto sádico bajo el mandato cultural, de manera sádica y violenta, a través de castigos, pegar, someter para conseguir que el chico controle el esfínter.  El decodificador pasa a ser sádico.
El sujeto está sometido a la violencia y al castigo si no responde al deseo de la madre (madre = portavoz de la cultura).

Este es el núcleo organizador de la problemática sádica que culmina su estructuración entre los tres y los cinco años, donde el psiquismo infantil termina confundiendo tanto el camino de satisfacción como el fin último de satisfacción. En lugar de armar el amor y el encuentro como caminos de placer, organiza en su psiquismo la violencia y el sadismo como camino de placer.  El placer deja de ser meta y pasa a ser el displacer la meta placentera; el dominio y la sumisión el camino hacia esa meta, por lo tanto todos los vínculos son atravesados por el sadomasoquismo. El sujeto puede ocupar intermitentemente el lugar sádico o masoquista, pero la calidad de sus vínculos oscilará siempre entre los dos polos.





EL SADISMO Y LOS ANIMALES
El posicionamiento sádico es siempre frente a alguien más débil que él.   Frente al humano, el animal es un ser débil, “inferior”…Cuando existe un goce en el sadismo y el chico queda anclado en ese goce, de ver sufrir a otro y de hacer sufrir a otro, estamos frente a un cuadro gravemente  patológico. En individuos que tienen  la marca de experiencias tempranas insatisfactorias, la cuota normal de sadismo infantil deja de ser un estado evolutivo normal para transformarse en una estructura sadomasoquista, luego manifestándose como sujetos golpeadores y mal tratadores, tanto a nivel verbal como físico.

El eje de esta seria patología es el placer pasando por el sufrir. Se trata de una estructura psíquica irreversible, sin cura.  Es un modelo de vínculo primario.  Los animales, inermes, suelen ser los primeros objetos puestos para el sadismo infantil.






AQUELLOS QUE NO CONOCEN EL AMOR, SIGUEN POR LA VÍA SÁDICA.
El animal es el más vulnerable a esta satisfacción perversa del deseo.  Se habla de perverso en cuanto a que el camino elegido no es el sano y tampoco lo es el fin.  En el sadomasoquista hay un cambio en el camino y en la meta;  mientras que en el ser normal, el camino es la satisfacción y el fin es el placer, para el sujeto sadomasoquista el camino es el dolor y el fin el sufrimiento.

Estos sujetos a lo largo de la vida quedan anclados en este lenguaje emocional y van a armar, según sea el grado de la patología, distintos tipos de relaciones sadomasoquistas lo van a poner en evidencia en sus diferentes vínculos, como por ejemplo con los animales.







NINGÚN ANIMAL MATA POR PLACER, sino siempre para sobrevivir en cambio, el humano es el único que quiebra esta “ley de la selva” que puede matar y torturar simplemente por placer, dejando atrás a la presa muerta. El sadomasoquista goza del sentimiento de poder. No manda el instinto de vida, sino el de muerte: el placer de ser mayor y más poderoso que el prójimo.






LA GRAN MAYORÍA DE LOS ABUSADORES comparten una historia común de castigo  brutal, negligencia y rechazo. El psiquiatra, Dr. Alan Felthous, junto con otros colegas, ha identificado una tríada constituida por el abuso físico por parte de los padres, crueldad hacia los animales, y violencia hacia las personas… El abuso animal y criminología adulta, muestran que las primeras instancias de crueldad hacia los animales tienen lugar temprano en la vida del abusador. Según la antropóloga, Margaret Mead (1964), “Una de las cosas más peligrosas que le pueden pasar a un niño es matar o torturar a un animal y salirse con la suya.” Casi todos los niños jóvenes atraviesan una etapa de crueldad “inocente”, en la cuál pueden lastimar insectos u otros animales pequeños en el proceso de explorar el mundo y descubrir sus habilidades. La mayoría de los niños, sin embargo, con la guía adecuada de los padres y maestros, se tornan sensibles al hecho de que los animales pueden sentir dolor y sufrir y por lo tanto tratar de evitar de causarles tal dolor. Algunos,  parecen quedarse encerrados en un patrón de crueldad que puede perdurar toda la vida.





 A ESTOS NIÑOS LES FALTA LA CAPACIDAD DE AMAR, de armar vínculos cercanos hacia personas o animales…En un estudio realizado con dos grupos de niños, uno delincuente y el otro no delincuente, se observó que casi todos estos niños han tenido una “mascota especial”.  Los niños delincuentes indicaron, en una frecuencia tres veces mayor que los no delincuentes…Una diferencia esencial entre ambos grupos fue que el 34% de los niños delincuentes habían perdido su mascota especial por medio de matanza intencional  (Robín, 1984).  En muchos casos, un padre abusivo se había deshecho de su animal querido de alguna forma violenta, dando lugar a un profundo resentimiento por parte del niño.  En varias instancias, las mascotas son lastimadas o matadas como castigo para un niño. Según Summit (1983), amenazar con lastimar a la mascota de un niño es una técnica común utilizada por abusadores para mantener al niño callado sobre el abuso. Protagonizar actos de crueldad de tal magnitud pueden llegar a ser igual de traumáticos como ser víctima de abuso físico. Es altamente probable que el niño presenta un riesgo importante de convertirse en un padre abusivo quién, a su vez, puede producir otra generación de niños violentos. Debido en parte a esto, el tratamiento debe involucrar a toda la familia.

Algunos imitan la violencia familiar que parece ser una forma de vida “normal” para ellos. Otros se sienten indefensos y usan a los animales como víctimas para demostrar su poder y autoridad o como chivos expiatorios por el enojo que sienten hacia los padres o hacia la sociedad.


The Humane Society of the United States